sábado, 24 de septiembre de 2011

Cómo elegir un camino de prosperidad


Solemos hacer más caso de lo que nos dicen que de nuestra propia voz interior. Hay personas que se tiran una vida intentando dar un salto y no lo dan nunca porque deliberan absolutamente todo antes de lanzarse al vacío. Y eso ocurre porque preferimos lo seguro al riesgo que supone adentrarse en lo desconocido sin saber que nos perdemos nuevos caminos.
Es importante la manera en que percibimos la realidad. La realidad es la que es, pero la forma en la que nosotros la percibimos es la que altera los estados de ánimo.
“La verdadera importancia de un estado de ánimo es que tiene por sí solo la capacidad de alterar profundamente la manera en la que se comporta nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Hay estados de ánimo que generan salud y vitalidad y ayudan al despliegue de la inteligencia y creatividad” dice Mario Alonso Puig en su libro Reinventarse. Según este autor todos los estados de ánimo que se caracterizan por la confianza, motivación, ilusión, entusiasmo, generan un aumento del riego sanguíneo en la zona prefrontal izquierda del cerebro, mientras que estados de ánimo marcados por la desesperanza, angustia, frustración disminuyen el riego sanguíneo.
Podemos estar viviendo en uno u otro lado, sin saber que tenemos la opción de elegir. Podemos elegir un camino próspero cambiando nuestra forma de pensar y fijándonos también en el lenguaje que empleamos ya que las palabras crean realidades. Aunque en principio las palabras sean meros signos lingüísticos son conexiones directas al mundo de las emociones personales. Las palabras tienen mucho poder a la hora de crear una experiencia u otra. Usar palabras negativas constantemente no ayudan a deshacer los problemas sino que añaden más hierro al asunto. Por tanto es importante cuestionarse el empleo de palabras positivas llenas de alegría y motivación a la hora de emprender un reto o afrontar un problema.
“No tiene el mismo efecto en una persona decirle, por ejemplo, que algo es imposible que decirle que algo es improblable”
Ten en cuenta que según tu estado de ánimo y tus hábitos a la hora de pensar irás atrayendo a tu vida un tipo de personas y no otras. Las personas que están generalmente malhumoradas se encontrarán habitualmente con gente con la misma frecuencia: pesimistas, malhumorados, frustrados. Al contrario ocurrirá con las personas que desprendan alegría y entusiasmo pues serán apartados de las personas pesimistas con distinta onda y se unirán a los que como ellos ven la vida de otro color.

Si eres consciente de todo esto podrás elegir el camino y plantearte dar el salto para cambiar y atraer mayor prosperidad a tu vida. Aunque no siempre es fácil cambiar antiguos hábitos comprobarás por ti mismo si merece la pena.

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